¿Qué hago si mi equipo falla de la nada?
En una revisión nos encontramos con algo que pasa más de lo que muchos creen:
el equipo no se había tocado, nadie había hecho cambios recientes… pero el comportamiento ya no era el mismo.
Al revisar con calma, detectamos parámetros fuera de los valores habituales.
No era una falla directa, pero sí lo suficiente para degradar el desempeño y generar comportamientos extraños.
Se ajustaron los valores correctos, se realizaron pruebas y la operación volvió a la normalidad.
Además, se dejaron respaldos y recomendaciones claras para evitar que la historia se repita.
La conclusión es sencilla:
los sistemas pueden cambiar sin avisar, y por eso el control, el registro y los respaldos no son opcionales.
No se trata solo de corregir la falla…
se trata de dejar la operación protegida hacia adelante.


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