¿Cómo solucionar puntos calientes en tableros?
Durante una revisión de rutina encontramos algo que nunca se debe ignorar: un punto del tablero más caliente de lo normal.
No había ruidos raros, no había alarmas… pero la temperatura decía otra cosa.
Al abrir y revisar, el origen fue casi insultantemente simple: una conexión floja.
Un solo tornillo sin buen apriete genera resistencia, la resistencia produce calor y el calor termina dañando aislamiento, equipos y, en el peor caso, provocando una falla mayor.
Ajustamos la conexión y la temperatura volvió a rangos seguros. Nada espectacular… pero sí decisivo.
En tableros, muchas veces lo que más problemas causa es lo más pequeño.
Por eso revisar aprietes siempre es tiempo bien invertido: previene paros, evita riesgos y extiende la vida del equipo.


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